Valledupar, Cesar.
El talentoso artista en condición de calle es recordado en Valledupar porque usó el palo de almendras del parque de las madres y talló un cristo.
Pedro Antonio Ortega Durán de 48 años, reconocido como “el tallador del parque de las madres” escultor de imágenes religiosas, estuvo inmerso en la indigencia y en las drogas por más de 10 años, pero hoy es otra persona, “mi vida antes no tenía sentido, soy un testimonio viviente de lo que han hecho en mi socialmente” afirmó. Ahora es un hombre dispuesto a contribuir con la sociedad y reconocer el esfuerzo que implica volver a comenzar.
El escultor contó su historia de vida y como pudo salir de las drogas gracias al arte, el cual fue el pase a una vida nueva, a su vez envió un mensaje de esperanza a quienes viven en la drogadicción en el departamento del Cesar.
“Estoy en un centro de rehabilitación y es mi última etapa, esto es una enfermedad que necesita ayuda para poder superarla, con buenos programas psiquiátricos y terapéuticos, la familia es fundamental para superar este flagelo” indicó el escultor, quien enfatizó que “salir adelante es mi propósito, trabajar en lo mío y seguir contando con el apoyo de las personas que están conmigo gracias a Dios”.